lunes, 3 de octubre de 2016

Justo cuando el primer rayo de sol de la mañana caía sobre la ciudad la vi, una y otra vez su mirada penetraba mis pupilas lejanas a través  de un tiempo inexplicablemente eterno, caminaba ausente sobre una ciudad de arena, derrumbando edificios a cada paso. Su silueta parecía abandonar su figura perfectamente siniestra, un mar de sombras  la rodeaban queriendo devorarla, hasta el punto en que despareció en el mundo real. Incluso aquí aun la veo, parece venir y volver cuando quiere, aun después de todo lo que paso sigue siendo una chica traviesa…. No cambiara y eso lo sé.  Cuando anochece mis pensamientos divagan en el viento hasta encontrarla, aun así después de tanto tiempo aun no puedo morir sin ella, estaré condenado a morir por siempre. Estoy esperando algo que no voy a encontrar, de frente me quedare a recordar lo que no fue, para entretener mi tormentosa existencia.
Si tan solo ella pudiera ver que me sucedió no se sentiría tan sola, tal vez esperaría que llegara el mejor momento para estar conmigo, ella no está encerrada en ese mundo sola…. Yo estoy aquí encerrado sin ella.
Aquí estoy yo esperando algo que nunca vendrá… moriré eternamente hasta que ella sin razón alguna aparezca frente a mi.


David Diaz